Estiramiento y Gimnasia Postural (vía zoom)

Es una alegría poder compartir la noticia de que a partir de junio, ¡las clases de Estiramiento han vuelto a existir! En los dos formatos habituales, grupal o particular, y con total efectividad.

A partir del confinamiento obligatorio planteado en marzo de este año en España, me vi forzada a abandonar la actividad presencial. Al principio, no veía claro de qué manera retomar las clases como tal. El primer paso fue comenzar a crear vídeos de Youtube y sostener conversaciones periódicas vía whatsapp. De esta forma, pudimos mantener la actividad en uno de los grupos. Pero el no poder compartir el mismo momento creaba una cierta distorsión en el trabajo, a pesar de que el feedback era bueno y las mujeres mostraban mucho agradecimiento. Finalmente, inspirada por experiencias de colegas pioneras y por la propia vivencia de las nuevas vías telemáticas de comunicación, comencé a pensar que sí era posible hacer una clase, a pesar de no poder compartir el espacio físico con esos cuerpos. Así me lancé a la aventura y de manera inesperada la respuesta no vino sólo de España, sino también de Argentina, donde lamentablemente aún vivían y viven el confinamiento.

Los encuentros están resultando una caricia para el cuerpo y para el alma. El poder tomar un respiro dentro de ese cotidiano donde toda la vida se nos mezcla y el cuerpo responde sin cuestionar, donde las horas que estamos frente a la pantalla suelen ser muchas y en posturas rígidas que comienzan a pasar factura, donde nos falta aire en los pulmones, movimiento en las articulaciones y relajación de calidad en los músculos. Todo estos beneficios están trayendo estas sesiones de tan sólo 50 minutos, una o dos veces por semana, y pensadas para dos hemisferios a la vez.

Vale decir también, que hemos ajustado el precio al máximo, ya que la crisis ha tocado profundo y sabemos que hay prioridades. Pero también creemos que la salud mental y osteoarticular son necesarias para seguir fuertes.

¿Te apetece probar una clase sin cargo? Llama, escribe, date ese momento. El cuerpo te lo agradecerá.